Es muy probable que ambas disciplinas te parezcan lo mismo. Sin embargo, aunque son conceptos muy similares y las dos se sitúan en el ámbito del juego, tienen elementos que las diferencian entre sí.
Hoy te contamos qué son los serious games, cuáles son sus ventajas y en qué se diferencian de la gamificación.
QUÉ SON LOS SERIOUS GAMES
Son juegos cuyo propósito principal no es el mero entretenimiento, sino que van un paso más allá: su objetivo es la formación o aprendizaje en diferentes áreas. Es decir, tienen una finalidad más “seria” – de ahí su nombre – y no se centran únicamente en divertir o entretener al usuario final, sino que aportan un valor más allá.
Los serious games pueden servir como soporte de comunicación o de publicidad, pero también ayudan a la comprensión de conceptos o materias concretas. Por ello se presentan como un método idóneo para motivar, formar y entrenar a los trabajadores de diferentes sectores como la educación o la sanidad, entre otros.
Existen tantas posibilidades como necesidades pueda tener cada cliente final. Por ejemplo, las simulaciones son características del sector sanitario o ingeniero, para entrenar a servicios de emergencia o a controladores de vuelo. Su principal ventaja es que permiten comprender una realidad que es desconocida para el jugador y en la que aprende dentro de un contexto prácticamente real.
VENTAJAS DE LOS SERIOUS GAMES
✔ Permiten aprender conceptos y desarrollar capacidades a través del juego, que después se pueden aplicar en situaciones reales.
✔ El entorno lúdico hace que se adquieran habilidades de forma continua que perduran a lo largo del tiempo, como la capacidad de observación, la motivación, la superación o el pensamiento estratégico. También hace que se desarrollen soft skills como la toma de decisiones o la planificación de tareas.
✔ La formación o aprendizaje mediante el juego se desarrolla en un entorno de colaboración en el que se trabaja de forma conjunta para conseguir un objetivo común. Por ello, los serious games son una herramienta perfecta para fomentar la cooperación, la satisfacción laboral y la implicación dentro del equipo y la empresa.
ENTONCES, ¿SON LO MISMO QUE LA GAMIFICACIÓN?
Aunque como conceptos puedan parecer sinónimos, no lo son. Los serious games son juegos en sí mismos, diseñados con una finalidad que va más allá del mero entretenimiento: mejorar el aprendizaje en algún aspecto concreto. Sin embargo, la gamificación no es un juego como tal, sino que utiliza mecánicas y elementos propios de los juegos en contextos que no son lúdicos, otorgando, por ejemplo, recompensas para premiar un determinado comportamiento del usuario final. Para establecer una diferencia más clara, vamos a ver un caso práctico de cada uno de estos conceptos.
Pacific, es un ejemplo claro de serious game: un equipo de voluntarios queda atrapado en una isla y el jugador principal debe asumir el papel de líder y debe dirigir al grupo para lograr salir de la isla. Se trata de un simulador formativo para empresas que tiene el objetivo de mejorar las habilidades de liderazgo y de gestión de equipo.
Como ejemplo de gamificación podemos destacar La Créme de Unilever, una de las plataformas desarrolladas por Gestazión, o BBVA Game, en el que los usuarios acumulan puntos por usar la web diariamente y se les premia por hacer operaciones rutinarias.
A pesar de sus diferencias, tanto la gamificación como los serious games cuentan con los elementos comunes de cualquier juego: un objetivo, unas reglas y un sistema de feedback, que los hace útiles para implementarlos dentro de nuestra empresa. ¿Conoces algún ejemplo de serious game o de gamificación? ¡Cuéntanoslo!
