El departamento de cuentas siempre se ha visto como ese niño bajito al que nadie escoge para el partido del recreo. Es el empollón que siempre va haciendo “puntualizaciones” a los compañeros y, sobre todo, es tan serio que carece de creatividad. Pues bien, ¡están todos muy equivocados! El ejecutivo de cuentas debe desarrollar toda su creatividad en muchas situaciones y aprovecharse del storytelling para impactar a sus clientes.