“Pero hija, ¿a qué te dedicas exactamente?” Esa es la eterna pregunta en las cenas familiares. Mi madre no es capaz de entender exactamente qué hago y se siente confusa cuando tiene que explicar a sus familiares o amigos que su hija trabaja en una agencia de marketing digital. Este acontecimiento periódico de explicar a qué nos dedicamos en marketing digital es algo que definitivamente nos pasa a muchos con nuestros progenitores y también, he de decir, que con algunos amigos.
Al menos hay 6 razones básicas por las que mi madre, que no es nativa digital como mi generación, no entiende cómo me gano la vida y por qué soy tan feliz dedicándome a ello:
1. La publicidad es una inversión
Para las personas ajenas al mundo de la publicidad, en general y ahora no hablo solo en términos digitales, la publicidad se percibe como un gasto y no una inversión. Es fácil de entender que, antes de la Revolución Industrial cuando no existía la competencia, las marcas no necesitaban comunicarse con los usuarios directamente; simplemente tenían que estar en las tiendas. Cuando se creó la competencia y ya había varias marcas vendiendo el mismo producto, debían decir por qué ellos y no los demás tenían que ser los elegidos. Ojalá la Unique Selling Proposition fuera tan sencilla hoy en día donde para comprar un producto la decisión de compra puede parecer un autentico caos (solo de pensar en comprar yogures me tiemblan las piernas).
Por lo tanto, la pretensión de tener visibilidad y estar en la mente del consumidor, es el mayor deseo de nuestros clientes; y desde un punto de vista digital estamos siendo partícipes de una de las mayores revoluciones en publicidad en los últimos años: ¿cómo podemos estar con los consumidores en el momento de compra e influenciar en su decisión? Bienvenidos al marketing en el punto de venta: la era del Rich Shopping.
2. Tenemos nuestro propio idioma (que incluso en ocasiones ni nosotros mismos entendemos).
Aparte de tomar anglicismos constantemente, luego vienen las siglas que convierten los emails en algo indescifrable para cualquier mortal.
Los usamos sin parar; sin pensar. Incluso cuando no corresponde. “Mamá, estaba en un meeting. Te llamo asap”.
3. Nuestros anuncios no salen por TV
No, no trabajamos para Coca-Cola (todavía) y nuestros anuncios no salen en la televisión por lo que probablemente nunca pueda ir por la calle y decir “Oh! Eso es nuestro”. Eso sí, se nos hincha el pecho de orgullo cuando nuestro hashtag invade el mundo offline.
4. No tenemos adicción a las Redes Sociales; son un medio más para nosotros.
El 66% de la población española está en redes sociales: nos hemos convertido en auténticos community manager de nuestra vida. En Twitter posteamos cosas interesantes del mundo laboral: lo más fresco e innovador.
En Facebook demostramos que tenemos vida social y compartimos aquella música que nos hace sentirnos en un videoclip constante, los mejores momentos con nuestros amigos, algún chistecillo o vídeo viral...
En Instagram demostramos nuestra devoción por la comida, la bebida y la arquitectura (y algún que otro selfie).
Y así muchas más… En Linkedin nos dejamos ver profesionalmente; en Foursquare decimos dónde estamos; en Vine hacemos eco de nuestra creatividad para contar algo en un corto lapso de tiempo; en Pinterest recopilamos todo lo que realmente nos mola; en Youtube disfrutamos de vídeos de gatos, chinos, y cómo no… algún que otro videoclip.
Y en todas ellas dejamos que las marcas interactúen con nosotros. No hay que estar en Redes Sociales porque sí. Las marcas tienen que aportar algo relevante para el usuario final: información, canal de atención al cliente, contenidos de actualidad, ofertas, promociones… Nuestro objetivo es generar una estrategia de social media efectiva: saber cómo, cuándo, dónde y por qué.
Mamá, no estoy enganchada a las Redes Sociales; al menos no del todo.
5. Por qué algunas cosas no pueden esperar a mañana, o una hora.
En el mundo digital la inmediatez es primordial. Hay dos partes fundamentales enfocadas a la publicidad digital:
- La información crece instantáneamente así como los puntos calientes donde queremos que estén nuestras marcas (un dato que siempre me ha producido gran respeto es que cada minuto se suben a Youtube 100 horas de vídeo). La capacidad de actuación de una agencia digital a nivel creativo marcará la diferencia para muchos clientes.
- La capacidad de resolución de problemas en una campaña en entornos digitales es enorme. (Solo de pensar en imprimir 100 mil prints para una revista y que se haya colado una falta de ortografía, me echo a llorar. Literalmente). Tenemos capacidad de crear y parar campañas de publicidad online casi inmediatamente (en dos clicks). También en cuanto a corrección de segmentación y ajuste de presupuesto.
Si quieres conocer al menos una parte de la información que se genera, visualiza o comparte en Internet, te recomiendo visitar la web OneSecond.
6. Por qué siempre estamos estudiando, leyendo e intentando mejorar.
Nuestro trabajo cambia en cuestión de días así como lo hace el mundo digital. Si se desarrolla una nueva aplicación que creemos que ayuda alcanzar los objetivos de nuestro cliente, la integraremos en nuestra estrategia. Si Google cambia su algoritmo, Facebook nos corta el alcance o Twitter añade un formato publicitario… Seremos los primeros en enterarnos.
También cuesta entender por qué trabajamos tantas horas, pero bueno… esto es algo que creo que ni siquiera nosotros mismos terminaremos por descubrir. Solo sabemos que somos digitales, que nos gusta nuestro trabajo y que las cosas que producimos son como nuestros pequeños hijos.
Madres del mundo, espero que hayamos acercado un poquito más nuestro mundo al vuestro; porque sin vosotras nada de esto habría sido posible.
25 junio, 2015